"En algún lugar de la biblioteca hay una página que ha sido escrita para nosotros." (ALBERTO MANGUEL)

miércoles, 24 de noviembre de 2010

UNA CASA (DES)ENCANTADA



Es imposible pasar por Astorga, amar la literatura, y no apresurarse a recorrer la calle del poeta Leopoldo Panero para buscar esta casa y detenerse un momento ante su decadencia y sucumbir a su extraño magnetismo. Esa verja enmohecida, esas ventanas desvencijadas, esa pequeña selva que un día fue jardín romántico, ese aire de fantasmal abandono..., parecen estar ahí para dar testimonio de una historia mítica: la del ocaso de unos dioses con pies de barro. Se trata, efectivamente, de la casa que sirvió de escenario a El desencanto, aquella película memorable que tanto contribuyó a forjar la leyenda de
una familia, los Panero, erigida desde entonces en sórdida metáfora de un país y una época: la España de la Transición. Hoy la casa está en obras. Al parecer, el Ayuntamiento se ha hecho cargo de su restauración para convertirla en un centro de poesía. Es justo. Sin embargo, la idea no puede dejar de producirme una sensación agridulce: la reforma, inevitablemente, la despojará de ese halo misterioso que la envuelve desde hace tantos años. Acaso debiera permanecer como está: vencida, arrasada por el paso del tiempo, invadida por la maleza, los pájaros y los recuerdos.


4 comentarios:

Unknown dijo...

Así mismo recuerdo yo la casa de los Paneros, decadente, misteriosa, en semirruina...La película me impactó muchísimo por lo descarnado. Cerca de Astorga, en Santiago Millas, me alojé una vez en una casita rural preciosa. La habitación tenía las paredes de color violeta y estaban llenas de versos de Leopoldo Panero. Una delicia. Besos.

Anónimo dijo...

Qué te voy a decir yo...Mi santo nació frente a la casa, se sabe "El Desencanto" y "Después de tantos años de memoria". De hecho sale en un fotograma de una de las pelis asomado a la ventana con apenas ocho o nueve años. Hace tiempo conseguí el fotograma y le hice una copia fotográfica que guarda como un tesoro en su estudio.
Hemos hablado mil veces del ayer y del hoy de esa casa "des-encantada" y del desprecio que en España siempre ha habido a la hora de conservar casas y cosas de nuestros escritores. Sólo tenemos que mirar hacia Inglaterra para que nos salgan los colores al comparar una actitud y otra.
No obstante, confiemos en que de esta remodelación salga algo decente: el actual alcalde de Astorga fue profe de Literatura de ese niño que sale en un fotograma de "El desencanto". Aunque sólo sea por eso.

I. CAMACHO dijo...

"El desencanto" es una película que, a día de hoy (y la he visto ya unas cuantas veces) me sigue dejando sin habla y sin respiración, aunque también me hace reír bastante. "Después de tantos años" la vi una sola vez, en el cine (no creo que se haya editado en DVD) y también impresiona, aunque es menos descarnada y tiene un punto esteticista que la sitúa en otra esfera: es un producto más elaborado, al menos en apariencia. Hace unos meses se estrenó el tercer documental sobre esta familia que tanto ha dado de sí: "Los abanicos de la muerte", por lo visto, trata de dar voz al patriarca y de restaurar en alguna medida su maltrecha imagen. No sé, esta no la he visto.
Tienes razón, Puri: en España se pasa olímpicamente del patrimonio cultural. No hay más que ver lo que ha ocurrido con la casa de Vicente Aleixandre(Premio Nobel de Literatura o algo así, ¿no?)
Querida Ana, cerca de Astorga, en Santiago Millas, se puede degustar el mejor cocido maragato del mundo mundial.

Lola MU dijo...

Pues yo nunca he estado en Astorga pero, desde luego, no me perderé la casa cuando vaya. Por cierto que me gustan mucho algunas casas abandonadas; parecen mágicas.
Besitos.

PD: También a mi me impactó "El desencanto"; no la he vuelto a ver.