Sonó el despertador. Pablo se levantó. A pesar de que su hija había salido de cuentas y ya estaba en el hospital, él se había quedado en casa por su enfermedad. Fue al baño y se miró al espejo. Vio su cabeza calva por la quimioterapia. Puso pasta de dientes en el cepillo pero no llegó a introducirlo en su boca. Su cuerpo cayó inerte sobre el lavabo y quedó tendido en el suelo.
En ese momento, entre llantos, nacía Paula.
ADRIÁN GARCÍA SÁNCHEZ (B1B)
PRIMER PREMIO DE MICRORRELATO DEL CONCURSO LITERARIO IES BARRIO LORANCA EN LA CATEGORÍA DE BACHILLERATO
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