Es una novela de lectura fácil, tan
sólo 94 páginas. Su título, “El baile”, es representativo del argumento de la
obra.
Los Kampf, matrimonio judío
convertido al cristianismo, organizan un baile en su lujoso piso parisino, con
el único propósito de darse a conocer en sociedad.
La novela es muy entretenida y tiene
momentos muy graciosos, sin embargo, su temática es bastante dura, la autora hace
una crítica de:
1.- El enfrentamiento de una
adolescente con sus padres. Especialmente madre e hija mantienen una malísima
relación. Además su padre no interviene en las muestras de rencor hacia su
hija.
2.- La hipocresía y superficialidad
de los nuevos ricos, su máxima preocupación son las apariencias.
Estos dos temas quedan muy bien
recogidos en lo que siente Antoinette, la hija del matrimonio: “Nuevos ricos
groseros e incultos (…) ¿Por qué me habéis hecho nacer entre ellos?
Castigarlos, os lo suplico”.
En cuanto a la estructura, la obra
se puede dividir en tres partes:
En
la primera parte ,los tres primeros capítulos, la autora nos presenta a
los personajes con un lenguaje claro y sencillo, lleno de diálogos, que lo hace
tan real que es muy fácil imaginárnoslos:
-Rosine
Kampf, es tan superficial y materialista que resulta absurda. Solo la importa ser
reconocida socialmente y que nadie conozca su pasado humilde. En el libro se ve
como desprecia continuamente a su hija, llegando incluso a insultarla en
bastantes ocasiones. Sin embargo, ésta nunca la responde. Jamás es cariñosa con la pobre
niña.
-
Alfred Kampf, es el marido de Rosine y padre de Antoinette. Ganó una fortuna en
la bolsa. En la obra aparece como un mero espectador de lo que sucede en su
familia. Incluso en el momento más importante, que es el final, sale huyendo.
-
Antoinette, es la hija adolescente de 14 años. Recibe una exquisita educación,
pero nadie la quiere, se siente sola. Cómo cualquier jovencita quiere
enamorarse y tiene todas las esperanzas puestas en el baile. Sin embargo, sus
padres la prohíben ir. Por si fuera poco, colabora en hacer las invitaciones,
porque como dice su madre tiene muy buena caligrafía.
En
esta primera parte el matrimonio está ilusionado con la idea del baile y está
con los preparativos iniciales: pensando en a quien van a invitar, que van a
servir, etc.
La segunda parte, el capítulo 4, es la parte central del libro. Antoinette tira las invitaciones al Sena. Es en ese momento cuando Antoinette deja de ser la niña sumisa y se transforma en una persona vengativa y sin remordimientos. Ahora todos sabemos que el baile no se va a celebrar.
La tercera parte, del capítulo 5 al final. Ya está preparado el baile. Todo lo mejor para unos invitados que no llegan. Antoinette disfruta siendo la espectadora de excepción. El reloj va dando las horas y de los doscientos invitados, como era de esperar, sólo acude Isabelle. Es la profesora de piano de Antoinette. Ha sido la única afortunada en recibir la invitación. Esto también resulta gracioso, ya que fue invitada por Rosine, con el único propósito de que chismorreara lo bien que había salido todo: "¡Ah, no entendéis nada! ¿Cómo quieres que se entere la familia si no? (...) En fin, es muy simple, si no invitamos a Isabelle, si no estoy segura al día siguiente morirán todos de envidia. ¡Lo mismo me da que haya baile como que no!
La segunda parte, el capítulo 4, es la parte central del libro. Antoinette tira las invitaciones al Sena. Es en ese momento cuando Antoinette deja de ser la niña sumisa y se transforma en una persona vengativa y sin remordimientos. Ahora todos sabemos que el baile no se va a celebrar.
La tercera parte, del capítulo 5 al final. Ya está preparado el baile. Todo lo mejor para unos invitados que no llegan. Antoinette disfruta siendo la espectadora de excepción. El reloj va dando las horas y de los doscientos invitados, como era de esperar, sólo acude Isabelle. Es la profesora de piano de Antoinette. Ha sido la única afortunada en recibir la invitación. Esto también resulta gracioso, ya que fue invitada por Rosine, con el único propósito de que chismorreara lo bien que había salido todo: "¡Ah, no entendéis nada! ¿Cómo quieres que se entere la familia si no? (...) En fin, es muy simple, si no invitamos a Isabelle, si no estoy segura al día siguiente morirán todos de envidia. ¡Lo mismo me da que haya baile como que no!
Llegamos
al final, la última escena, para mí la más dura de todas. Hasta ahora el
personaje de la señora Kampf resultaba bastante odioso, sin embargo, ahora al
final da lástima. Todos se marchan: Isabelle, el marido, los criados, los
músicos. En el salón se queda la señora Kampf, profundamente derrotada. Antoinette
se acerca y abraza a su madre. Pero esta muestra de cariño, se ve empañado,
cuando Antoinette sonríe satisfecha de haber cumplido su venganza y ni siquiera ahora, al final está arrepentida.
El libro
me ha resultado entretenido, muy rápido y fácil de leer. Pero a la vez la
historia me ha parecido muy triste. Ninguno de los personajes da, ni recibe
amor.
La señora
Kampf ha sido muy torpe en toda la situación. Por una parte, si no quería que asistiese
su hija al baile, debería habérselo explicado, diciéndole, por ejemplo que es
muy joven y que al año que viene seguramente podría ir. Como consecuencia de
esto no debía haberla involucrado en la preparación de las invitaciones. Además
debía haberla buscado un plan alternativo, no mandarla a dormir al cuarto de la
ropa.
Otra
metedura de pata fue no poner en las invitaciones, se ruega confirmación, de
esta manera se evitan sorpresas.
A pesar de
todo esto, el odio de Antoinette hacia
sus padres, da incluso miedo.
LUCÍA ORDÓÑEZ VINUESA, B1A
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