Tan grande era el deseo de tenerte
que mi verano se hizo invierno,
sumida en un constante infierno,
sin salida, sin cesar de quererte.
Vértigo me producía perderte,
en un triste otoño y a la vez tierno,
ya no existía el hodierno,
sin ti solo anhelaba la muerte.
No olía las flores de primavera
ni tampoco los colores veía,
solamente el lamento de aquella era,
en la que tu fragancia aún sentía.
Solamente aguardo a que el dolor muera,
y a que comience un nuevo día.
SARA MANZANO CARRETERO (3ºD ESO)
PRIMER PREMIO DE POESÍA DEL CONCURSO LITERARIO IES BARRIO LORANCA EN LA CATEGORÍA DE SEGUNDO CICLO
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