El célebre detective, creado por Arthur Conan Doyle, cumple 120 años. “Te cuidarás mucho de causarle mal alguno a un personaje tan agradable como el señor Holmes”. Era el año 1893 y la madre de Arthur Conan Doyle sospechaba lo que muchos ya sabían: que el creador de Sherlock Holmes odiaba a su personaje y que estaba decidido a acabar con él. Arthur Conan Doyle, jugador de fútbol, médico sin vocación, espiritista militante, articulista panfletario y amante de la ciencia ficción, ignoró los ruegos de su madre (y los de Inglaterra) y despeñó a su detective por las cataratas de Reichenbach. El país se vistió de luto y Conan Doyle se convirtió en un hombre odiado y casi obligado a resucitar a un detective que nunca más volvió a morir.
La prueba de ello es que se cumplen 120 años de la publicación de Estudio en escarlata, primero de los relatos, sin que Holmes haya cedido un centímetro en su popularidad. Para celebrarlo, hay exposición y libro. El irlandés Peter Costello ha reunido en Conan Doyle, detective los crímenes reales que investigó el médico escritor. Por otra parte, la biblioteca Jaume Fuster de Barcelona acogerá hasta finales de este mes la mayor colección de primeras ediciones de El perro de los Baskerville, quizá la novela más lograda de las que protagonizaron Holmes y Watson.
La prueba de ello es que se cumplen 120 años de la publicación de Estudio en escarlata, primero de los relatos, sin que Holmes haya cedido un centímetro en su popularidad. Para celebrarlo, hay exposición y libro. El irlandés Peter Costello ha reunido en Conan Doyle, detective los crímenes reales que investigó el médico escritor. Por otra parte, la biblioteca Jaume Fuster de Barcelona acogerá hasta finales de este mes la mayor colección de primeras ediciones de El perro de los Baskerville, quizá la novela más lograda de las que protagonizaron Holmes y Watson.
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